miércoles, 2 de febrero de 2011

Ciencia y mestizaje


Es verdad que estamos acostumbrados a escuchar discursos que, cuando menos, nos resultan aburridos o insulsos, y son frecuentes los que van cargados de agresividad y de falsedad. Pero a mí hay un discurso que realmente me emocionó cuando lo leí por primera vez y no quiero perder la ocasión de que os pueda conmover también a vosotros. Es el que ofreció José Manuel Sánchez Ron cuando ingresó en octubre de 2003 como miembro de la Real Academia de la Lengua. Termina así:
"Debemos producir ciencia, ciencia de primerísima línea, sí, pero también, como una condición necesaria para ello, debemos introducir la ciencia hasta en el último escondrijo de la sociedad, hacer que no sea considerada como una cultura bárbara todavía no agraciada por el lenguaje escrito; lograr despertar en todas las conciencias sentimientos de angustia ante la ignorancia científica. Es por todo esto que querría ser capaz de romperos el corazón. Con ello, familiarizándoos con la ciencia, no os prometo que recibiréis seguridades de que os espera un destino eterno, o la demostración de que pertenecéis a una especie elegida, ni respuestas para todas las preguntas que podáis imaginar, ni siquiera, ¡ay!, virtud moral, pero sí os prometo respuestas fiables, entretenimiento (la ciencia es divertida) y, sobre todo, dignidad."

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